Los piratas eran personajes despreciables que han existido a lo largo de la historia en diversos lugares del mundo. Se encargaban de navegar por los océanos en busca de naves para asaltar y adueñarse de sus pertenencias que generalmente eran tesoros llenos de oro o plata.
Sus actitudes eran déspotas, crueles, violentas y tenían habilidades para engañar o persuadir a todo aquel que tuviese contacto con ellos, para lograr adueñarse de sus pertenencias. De allí que el término pirara se añade a toda aquella acción ilegal de robo o hurto.
Características de un pirata
Se refugiaban en campamentos
Los piratas se ocultaban quienes los perseguían en montañas de islas desiertas, enterraban sus tesoros robados en la arena. Anclaban sus embarcaciones en las o a las orillas de las islas por lo que, entre fogatas y alimentos naturales subsistían.
Sus armas eran los cañones
Las armas representativas de los navíos de los piratas eran los cañones. A través de ellos atacaban a las demás embarcaciones para asaltarlas o las utilizaban como señal para los demás piratas si encontraban tierra donde anclar.
Su rutina era navegar
La labor de los piratas era incursionar por los mares, podían navegar durante semanas sin rumbo aparente, a la suerte de encontrar tierra firme donde suministrarse de alimentos frescos como las frutas o de toparse con alguna nave que pudiesen embestir.
Eran espadachines
Los piratas eran muy habilidosos con las espadas y cualquier arma que pudiese defenderlos. Si no tenían espadas de hierro las fabricaban de madera o de cualquier material que estuviese a su alcance. Hasta los días actuales son base de referencia cuando se refiere a las tácticas con las espadas.
Existían en varios continentes
Estos personajes rufianes habitaban en muchas partes del mundo, desde Europa, América, hasta Asia. Sumado a esto existieron piratas mujeres que tenían el mismo rumbo de vida navegable y feroz que los hombres.