Cuando hablamos de las características de una persona nos referimos a su comportamiento y a sus cualidades, defectos o personalidad. Existen muchas cualidades que hacen a un ser humano una persona auténtica, es decir, lo convierten en un individuo diferente a los demás.
¿Qué es una persona?
Es aquel individuo que, a través de sus características, logra diferenciarse de las masas, construye un perfil que el mundo puede diferenciar y que, ante una circunstancia, reacciona de una forma que lo diferencia del grupo.
Todos tendemos a valorar positivamente a una persona, a un individuo auténtico. Es decir, apoyamos a quienes consideramos como verdaderos y nos alejamos de las personas que consideramos falsas.
Características de una persona
Para conocer si una persona es legítima y digna de confianza, debes evaluar las siguientes características de su personalidad:
- Altruismo.
- Confianza.
- Empatía.
- Generosidad.
- Honradez.
- Humildad.
- Optimismo.
- Paciencia.
- Respeto.
- Sentido del humor.
Conozcamos a fondo las características de las personas:
Altruismo
Es la capacidad de realizar acciones que contribuyan al bien de los demás. No significa colocar siempre por delante las necesidades de otras personas, pero si tener la capacidad de identificar y realizar aquellas acciones que beneficien a los demás aun cuando no impliquen un bien para nosotros.
Confianza
Una persona debe ser de confianza para los demás. Esta característica permite que los demás confíen en ti para participar en determinados eventos o para guardar un secreto o información importante.
Empatía
Es la capacidad que debe tener una persona para comprender a otra, es decir, es la habilidad que tenemos para colocarnos en el lugar de los demás con el fin de entenderlos y evaluar como nuestras acciones pueden afectarlos.
Generosidad
Es la capacidad que tiene una persona de invertir su tiempo, su fuerza, sus bienes o su dinero por el bien de los demás sin buscar recibir nada a cambio de su labor.
Honradez
Es la capacidad que tiene un individuo de actuar siempre de manera justa e imparcial en la sociedad, obedeciendo la ley y la moral.
Humildad
Consiste en evaluar justamente las debilidades y comportamientos poco adecuados que se presentan y no exagerar nuestros aspectos positivos. Esta capacidad permite que una persona se identifique como igual a los demás, sin destacar, considerando que todos cuentan con sus propias virtudes y defectos.
Optimismo
Es la capacidad que tenemos de observar las cualidades positivas de todos los eventos que se presentan en nuestra vida en lugar de notar solo los aspectos negativos.
Paciencia
Es aquello que nos permite soportar los problemas que se presentan a lo largo de la vida, así como, las diferentes actitudes que pueden adoptar otros individuos a nuestro alrededor.
Respeto
Nos permite considerar a todas las personas que nos rodean dignas de respeto solo por existir, por ser personas. Esta cualidad honra a los demás sin juzgarlos, simplemente admirándolos por su comportamiento o cualidades.
Sentido del humor
Es la forma de pensar que encuentra lo divertido en cada situación que enfrentamos, sea positiva o negativa, es necesaria para brindar regocijo a nivel personal y a las personas que nos rodean. Es una cualidad que debe ser medida y aplicada con prudencia, pues existen temas sobre los cuales no es conveniente realizar alguna burla o broma desde determinados puntos de vista.
Por ejemplo, algunas personas pueden tomar bien un chiste sobre la muerte siempre que no se aplique a ellos o bien, algunos practicantes de determinadas religiones aceptan de buen grado un chiste sobre el infierno, mientras que otros, no.
Tipos de personas
Entre las características que poseen las personas también debemos considerar que existen diferentes tipos de personas:
- Conservadoras.
- Estables emocionalmente.
- Extravertidas.
- Introvertidas.
- Rebeldes.
- Ciclotímicas.
- Esquizotímicas.
- Astutas.
- Ingenuas.
- Obsesivas.
- Hostiles.
- Cínicas.
- Neuróticas.
Conservadoras: son lo contrario a los rebeldes, es decir, se esfuerzan por seguir las normas sociales establecidas aun si estás no se aplican a tiempos actuales. Suelen desconfiar de lo novedoso y prefieren vivir anclados en el pasado.
Estables emocionalmente: son aquellas que tienen una gran capacidad para actuar en cualquier momento, sea positivo o estresante. El ambiente no causa un impacto negativo en su forma de pensar, actuar o apreciar lo que le rodea.
Extravertidas: son aquellas personas que pueden interactuar libremente con el medio ambiente y las personas que los rodean. No tienen ningún conflicto o problema para relacionarse personalmente con los demás.
Introvertidas: son personas consideradas tímidas o que no interactúan con su medio o con las personas que los rodean y solo lo hacen en determinados casos. Las relaciones sociales suelen ser una fuente de ansiedad o irritación para este tipo de personas.
Rebeldes: son aquellas personas que no se dejan guiar por un patrón establecido, sino que cuentan con su propia forma de pensar y actuar. Muchas veces la rebeldía puede ser positiva y permite a las personas innovar o aceptar con facilidad diferentes formas de pensar.
Ciclotímicas: son personas muy afectivas y sensibles, experimentan emociones muy intensas incluso en las experiencias más comunes de la vida diaria.
Esquizotímicas: son aquellos individuos que experimentan las emociones de manera débil, suelen aislarse porque la interacción personal no les produce el suficiente bienestar como para considerarlo positivo en sus vidas.
Astutas: son personas que tienen la capacidad de distanciarse de las situaciones y las cosas para descubrir diferentes alternativas sobre lo que ocurre. Esta capacidad les permite construir su propia opinión y no guiarse por un marco de pensamiento.
Ingenuas: son personas confiadas y suelen aceptar con facilidad las ideas, opiniones y propuestas de los demás, pues se dejan convencer por los discursos. Son fáciles de manipular e incluso, pueden llegar a aceptar culpas que no son suyas.
Obsesivas: son aquellas cuya mente permanece capturada en un bucle de pensamiento del cual, les es muy difícil o imposible escapar. Son indecisas y nunca llevan a la práctica sus decisiones.
Hostiles: son personas que se frustran o llenan de ira con suma facilidad, pues ni nivel de tolerancia es muy bajo. Suelen crear situaciones conflictivas, siempre están en desacuerdo con las opiniones y actitudes de las personas que los rodean.
Cínicas: son aquellas que siempre piensan que los demás tienen motivos ocultos para su actuar, es decir, que siempre ocultan algo, motivaciones poco positivas que pueden hacerle daño a él o a ls demás.
Neuróticas: son aquellas personas que no pueden tolerar muy bien la frustración, se enfadas con suma facilidad, pueden deprimirse y padecer ansiedad y su estado de ánimo cambia constantemente. Es muy común que sientan emociones desagradables con mucha frecuencia.