El monoteísmo se define como la creencia en un solo dios supremo, considerado la deidad suprema y única responsable de la creación y el gobierno del universo.
A diferencia del politeísmo, que adora a múltiples deidades, el monoteísmo se caracteriza por su enfoque en la unidad y la singularidad de la divinidad.
10 características del monoteísmo
- Unidad divina: El monoteísmo sostiene que solo existe un dios supremo y que todas las manifestaciones de lo divino se derivan de esa única entidad.
- Transcendencia: La deidad en el monoteísmo se considera trascendente, es decir, está por encima del mundo físico y de las limitaciones humanas, y su naturaleza es esencialmente diferente a la de los seres humanos.
- Omnipotencia: El dios monoteísta se considera todopoderoso y posee un poder ilimitado para crear, gobernar y controlar el universo.
- Omnisciencia: Se cree que el dios monoteísta posee conocimiento completo y total de todas las cosas, pasadas, presentes y futuras.
- Omnipresencia: La creencia monoteísta sostiene que el dios supremo está presente en todas partes y en todo momento, abarcando todo el universo.
- Singularidad: El monoteísmo enfatiza la unicidad de la divinidad, rechazando la idea de múltiples dioses y promoviendo la adoración de un solo dios.
- Revelación divina: Se cree que el dios monoteísta se ha revelado a sí mismo a través de profetas, libros sagrados u otras formas de comunicación divina para guiar a la humanidad y transmitir su voluntad.
- Responsabilidad moral: El monoteísmo implica la existencia de un conjunto de leyes y principios morales que deben ser seguidos por los creyentes, establecidos por el dios supremo.
- Relación personal: El monoteísmo fomenta una relación personal entre los creyentes y su dios, permitiendo una conexión íntima y una comunicación directa a través de la oración, la adoración y la fe.
- Influencia histórica y cultural: El monoteísmo ha tenido un impacto significativo en la historia de la humanidad, dando forma a las tradiciones religiosas y las estructuras sociales en diversas culturas. Ha sido un factor unificador y una fuente de consuelo, orientación moral y sentido de propósito para millones de personas en todo el mundo.
Importancia del monoteísmo
El monoteísmo ha sido una fuerza poderosa en la formación de civilizaciones y sistemas de creencias. Algunas de las religiones más influyentes y practicadas, como el judaísmo, el cristianismo y el islam, se basan en principios monoteístas.
El monoteísmo ha proporcionado una base espiritual y ética sólida, ha influido en el desarrollo de la ética, la justicia y los sistemas legales, y ha brindado a las personas un sentido de pertenencia, propósito y trascendencia en sus vidas.
En conclusión, el monoteísmo se caracteriza por la creencia en un solo dios supremo y posee una serie de características distintivas que incluyen la unidad divina, la transcendencia y la omnipotencia de la deidad, así como la importancia de la revelación divina y la responsabilidad moral.
Su importancia radica en su influencia en la historia, la cultura y la espiritualidad humana, brindando un marco para la adoración, la moralidad y la conexión personal con lo divino.