La lluvia ácida es un fenómeno ambiental en el cual la lluvia contiene una alta concentración de ácido sulfúrico (H2SO4) y dióxido de nitrógeno (NO2).
Estos compuestos son liberados en la atmósfera por la quema de combustibles fósiles y la industria, y luego son transportados por los vientos hasta las regiones donde caen en forma de lluvia.
La lluvia ácida puede causar daños significativos a los ecosistemas, incluyendo la muerte de plantas y animales, y puede tener efectos negativos en la salud humana.
Características
La lluvia ácida se caracteriza por tener un pH bajo (menor a 5,6) debido a la presencia de ácidos como el sulfúrico y el nítrico. Algunas de sus principales características incluyen:
- Contaminación atmosférica: La lluvia ácida se forma a partir de la emisión de gases de ácido sulfúrico y dióxido de nitrógeno a la atmósfera, principalmente a causa de la quema de combustibles fósiles y la industria.
- Efectos negativos en la salud: La lluvia ácida puede causar irritación en los ojos, la piel y las vías respiratorias, así como problemas pulmonares y cardíacos.
- Daños a los ecosistemas: La lluvia ácida puede tener efectos devastadores en los ecosistemas, ya que puede matar plantas y animales, y alterar los suelos y los cuerpos de agua.
- Acidificación de los océanos: La lluvia ácida también puede contribuir a la acidificación de los océanos, lo que puede tener efectos graves en la vida marina y en las industrias costeras.
- Cambios en la composición de la lluvia: La lluvia ácida contiene una mayor cantidad de iones de hidrógeno y una menor cantidad de iones de calcio y magnesio.
¿Cómo se forma?
La lluvia ácida se forma a partir de la emisión de gases de ácido sulfúrico (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2) a la atmósfera, principalmente a causa de la quema de combustibles fósiles y la industria.
Los compuestos emitidos se mezclan con vapor de agua en la atmósfera para formar ácido sulfúrico y ácido nítrico.
Estos compuestos ácidos se adhieren a partículas en la atmósfera y luego caen a la tierra en forma de lluvia o nieve.
La combustión de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, es una de las principales fuentes de emisiones de SO2 y NO2. La industria también contribuye significativamente a la emisión de estos compuestos, especialmente en la fabricación de cemento, acero, electricidad y productos químicos.
La lluvia ácida también puede formarse a partir de la emisión de compuestos ácidos producidos por la agricultura, como el amoníaco, y por la actividad volcánica.
La lluvia ácida es más común en las regiones con alta densidad de población y de industria, y en las áreas donde los vientos transportan las emisiones de ácido desde las fuentes de emisión hasta las áreas de lluvia.