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I

Características del imperio romano

El Imperio rromano fue una civilización de la Antigüedad clásica cuya extensa historia se remonta hasta finales de la Edad Media. Las características de este imperio autocrático se basan en la expansión de su capital, su poder militar y político y sus creencias religiosas. Este vasto imperio sufrió una división que finalmente desembocaría en su caída.

El imperio romano

El Imperio romano o como se le conoce en latín: Imperium Romanum, Senatus Populusque Romanus o Res publica populi romani, fue el tercer periodo de la civilización romana en la Antigüedad clásica. Fue posterior a la Republica romana y se caracterizó por tener un gobierno autocrático.

El nacimiento de este imperio fue precedido por la expansión de Roma, la cual extendió su control sobre el mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial, Roma aumentó sus dominios hasta alcanzar su máxima extensión durante el reinado de Trajano. En este momento abarcaba desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar Caspio, el mar Rojo y el golfo Pérsico al este, y desde las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte hasta el desierto del Sahara al sur.

Su superficie máxima estimada era de unos 6,5 millones de km².

La ciudad púnica de Cartago era la principal competencia de la República de Roma, y cae luego de las tres guerras púnicas. Esto llevo a Roma a salir de sus fronteras naturales y adquirir nuevos dominios para administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, entre otros.

Pronto, los dominios fueron tan extensos que no pudieron ser controlados por el Senado, la importancia de poseer autoridad sobre las tropas se convirtió en un arma política y pronto surgieron personajes ambiciosos que deseaban el poder. Este fue el caso de Julio Cesar, quien no solo amplió los dominios de Roma conquistando Galia, sino que desafió al Senado.

Tras la guerra civil que enfrento a Pompeyo contra el Senado, César se erigió como mandatario absoluto de Roma y se nombró Dictator perpetuus (dictador vitalicio).  Esto no agradó al Senado, quienes terminaron asesinándolo durante los Idus de marzo.

Esto suponía el retorno de la Republica, un retorno efímero, porque el hijo adoptivo de César, Octavio derrotaría al Senado y luego, a su antiguo aliado, Marco Antonio, quien se había aliado a la reina Cleopatra VII de Egipto en una ambiciosa estrategia para conquistar Roma.

Es así como Octavio se convierte en el primer emperador de Roma y anexa Egipto como provincia romana.

El imperio romano se divide y une varias veces según guerras civiles, conspiraciones y asesinatos. Hasta que se divide completamente en el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente. El primero cae por completo en el año 476, cuando el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. Este impase en la historia da por finalizada la Edad Antigua e inicia la Edad Media.

Tras esta derrota, el Senado envió las insignias imperiales a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizando así la capitulación del Imperio de Occidente.

El Imperio romano de Oriente continuaría en pie durante casi un milenio, pasando a ser conocido en la actualidad como el Imperio bizantino, hasta que en 1453 Constantinopla cae bajo el poder del imperio Otomano, fundado por Osman I.

El legado de este imperio fue tal, que se trató de restaurar varias veces, destacando el intento de Carlomagno con el Imperio Carolingio y de su sucesor, el Sacro Imperio Romano Germánico, pero jamás se logró unificar todos los territorios del Mediterráneo.

Características del Imperio Romano

Durante su mejor época, el Imperio Romano contaba con las siguientes características:

Ejército romano

El mando supremo del ejército correspondía al Emperador. En las provincias el mando correspondía al gobernador provincial, quien debía lealtad al Emperador. El número de legiones romanas siempre se mantuvo en un número cercano a la treintena.

Las clases altas estaban exentas del ejército y se reclutaba a los ciudadanos y a mercenarios germanos. Esto llevó a una profesionalización del ejército, los ascensos se ganaban por méritos, dinero o favores y el tiempo de servicios llegaba a rondar los 30 años. Para acceder a ciertos cargos municipales, se debía cumplir cierto tiempo de servicio en el ejército.

Las legiones poseían arsenales, talleres de fabricación, los soldados recibían sueldos, donativos imperiales según fiestas, regalos, botines de guerra o acceso al trono de un nuevo emperador. La ración diaria consistía en trigo, sal, vino, vinagre, carne fresca y carne salada.

Los campamentos de los ejércitos eran pequeñas ciudades con murallas y torreones. Se dividían en cuatro partes por dos vías perpendiculares. Tenían sala de baños, sala de reuniones, oficinas, hospital, capillas, cárcel y almacenes. Alrededor de estos campamentos se establecían poblaciones civiles, casas de baño, anfiteatros y pequeñas granjas.

La legión romana tenia por emblema un águila plateada y estaban compuestas por diez cohortes, cada una con su respectivo estandarte. Cada cohorte tenia de cinco a seis centurias de 80 hombres cada una. A su vez, las centurias estaban subdivididas en diez contubernios, grupos de 8 legionarios que compartían tienda.

Cada legión tenía de cinco a seis mil hombres de infantería. También contaban con guerrillas auxiliares y caballerías con ciento veinte hombres aproximadamente.

Los legatus legionis eran los lugartenientes de la legión y eran asistidos por tribunos militares designados por el gobernador provincial o por el Emperador, quien también podría nombrar a los centuriones, quienes eran auxiliados por oficiales secundarios conocidos como optio.

Otros suboficiales eran el tesserarius (sargento), el signifer o vexillarius (portaestandartes), el aquilifer (quien portaba el águila legionaria), el campiductor (instructor) y el pecunarius (furriel).

Equipamiento del ejercito

El equipamiento de los legionarios cambiaba según su rango. Durante las campañas, los legionarios contaban con una armadura, escudo, casco, una lanza pesada y un a igera, una espada corta, una daga, sandalias, una mochila de marcha o sarcina, comida y agua para dos semanas, equipo de cocina, dos estacas para construir muros y una pala o una cesta.

Armada romana

Nunca tuvo el prestigio de las legiones romanas a pesar de ser necesaria para la expansión romana por el Mediterráneo. Esto se debía a que los romanos eran un pueblo terrestre y dejaban los temas náuticos a pueblos familiarizados con ellos como los egipcios y griegos, quienes construían los barcos y los comandaban.

La armada romana operaba como un adjunto del Ejército romano.

Arquitectura

Las ciudades romanas eran un centro de política, cultura y economía. Eran la base del sistema judicial, administrativo y fiscal. Las ciudades estaban comunicadas por amplias calzadas, las cuales permitían el rápido desplazamiento del ejército, las caravanas de mercaderes y los correos.

Las nuevas ciudades se fundaban partiendo de una estructura de red ortogonal con dos calles principales, el cardo y el decumano, que se cruzaban en el centro económico y social de la ciudad, conocido como foro. A su alrededor se erigían templos, monumentos y edificios públicos. En este lugar se encontraban la mayoría de las tiendas y puestos comerciales. También contaban con un sistema de alcantarillado que garantizaba la salubridad e higiene de la ciudad.

Contrario a este ordenamiento urbanístico se encontraba la gran Roma, la capital. Esta ciudad surgió antes que el Imperio y era desordenada. Con el auge imperial y la llegada de nuevos inmigrantes a la ciudad, esta se sumió en un mayor caos, se construía hacia las alturas y el escaso espacio propició la especulación inmobiliaria. Se construía mal y de prisa y eran frecuentes los derrumbes de pisos de mala calidad.

También eran comunes los atascos en las intrincadas callejuelas. Luego del incendio del año 64 dC, durante el mandato de Nerón, se dio la reconstrucción de varios barrios, con un diseño adecuado de calles rectas y anchas y grandes parques, lo que mejoró las condiciones higiénicas de la ciudad.

Se construían teatros, termas, anfiteatros y circos. Los intelectuales gozaban de prestigiosas bibliotecas y centros de estudio.

También se construyeron acueductos tan eficientes que el agua llegaba con tanta presión que se debían de construir abundantes fuentes, lo que incrementaba el encanto de las ciudades. Incluso las ciudades construidas en tierras secas, recibían el agua a través de las planificadas canalizaciones romanas.

Las casas más típicas eran las insulae (isla). Estaban fabricadas con adobe y tenían de tres a cuatro pisos, aunque en Roma, los rascacielos eran comunes. La gente rica y de dinero, los patricios y los comerciantes ricos, vivían en casas de una sola planta con un impluvium (patio interior) recubierto de mosaicos denominados domus.

En honor a grandes victorias se construían columnas, estatuas ecuestres, placas y arcos del triunfo. Además de referenciar al emperador, recordaban constantemente al pueblo las razones detrás de los impuestos: Sin dinero no hay ejército, sin ejército no hay seguridad y sin seguridad no hay ciudad ni comercio.

Economía

La economía del Imperio Romano era esclavista. Los esclavos trabajan sin remuneración alguna, los productos se transportaban a través de una red que intercomunicaba todas las ciudades y provincias del imperio.

Aunque la actividad estaba centrada en las ciudades, la mayoría de los romanos vivían en el campo con un buen nivel de vida, cultivaban y cuidaban del ganado. Los cultivos más importantes eran la cebada, la viña, los olivos, el trigo, las frutas, hortalizas y legumbres.

Durante el imperio romano se mejoraron las técnicas agrícolas, se implementó el arado romano, molinos más eficientes, el prensado de aceite, el uso de abono y diversas técnicas de regadío.

Sociedad

La sociedad romana en sus orígenes estaba dividida en:

Patricios: Eran la clase dominante y contaban con todos los privilegios políticos, culturales, judiciales y fiscales.

Plebeyos: Eran el pueblo y no tenían todos los derechos ni privilegios.

Libertos: Eran los esclavos liberados por sus señores. No eran reconocidos como ciudadanos hasta el Edicto de Caracalla

Esclavos: No tenían derechos y eran posesión de sus amos. No era una esclavitud de raza, los esclavos provenían de los pueblos conquistados, de la delincuencia y las personas degradadas a esta clase social como castigo. Los esclavos podían ascender comprando su propia libertad o por deseo de su amo.

Optimates: Eran la aristocracia patricio-plebeya, provenían de la unión de los patricios con los plebeyos más ricos.

Caballeros: Se dedicaban a los negocios, eran empresarios mineros, prestamistas y grandes comerciantes.

Proletariado romano: Eran los campesinos arruinados por el comercio de productos a bajo precio provenientes de las provincias. Estos campesinos emigraban a las grandes ciudades y se convertían en masas ociosas y llenas de vicios. Se mantenían por los pagos de políticos, las ascas fiscales y los recursos de los emperadores.

Romanización y lenguas del imperio

En el Imperio Romano se hablaron hasta sesenta lenguas diferentes. El proceso de romanización provocó la desaparición de las lenguas autóctonas de los territorios conquistados. Este proceso abarcó muchos siglos, por lo que el bilingüísmo con el latín y multilingüismo era muy frecuente.

Religión

La religión de los romanos era politeísta siendo los dioses más venerados Júpiter, Minerva, Juno, Ceres, Vulcano, Neptuno, Dian y Juno. En honor a estos dioses se construían templos y se sacrificaban animales. Además, el emperador era adorado como un dios y todo el Imperio practicaba el culto imperial.

Existían diferentes tipos de cultos. El culto público era el que se realizaba en templos diferentes mientras que los cultos privados estaban destinados a los dioses familiares, estos podían ser:

Manes: Almas de los antepasados.

Lares: Dioses que protegían el hogar.

Penates: Genios que abastecían el hogar.

Tiempo después, el emperador Teodosio I el Grande convirtió el cristianismo en la religión oficial del Imperio.

Estructura gubernamental

El emperador era la figura máxima de autoridad, era quien tomaba las decisiones. Le seguía el Senado y finalmente la asamblea compuesta de militares, plebeyos y patricios.

Causas de la caída del imperio romano

La caída del Imperio Romano de Occidente es conocida como la caída de Roma. Fue un periodo de declive en el cual el Imperio perdió toda autoridad para ejercer su dominio y su territorio fue dividido en diversas entidades políticas. Los dominios occidentales de Roma quedaron reducidos a Italia y una franja al sur de Galia.

Sin embargo, esta caída está llena de misterios históricos. Cuando Octavio Augusto recibió el título de Imperator Caesar, nada parecía amenazar el poder de Roma. Los pueblos salvajes que vivían en sus fronteras sentían más miedo del que podían ejercer sobre el imperio. Pasarían cinco siglos para que los ostrogodos, una de estas tribus salvajes, derrocaran al último emperador de occidente.

Cinco siglos es muy poco tiempo para hacer caer un imperio, y es lo que resulta todo un misterio. Además, el Imperio Romano de Oriente, reconvertido en Imperio Bizantino, pudo sobrevivir mil años más.

Los historiadores han llegado a diversas conclusiones y teorías para explicar las razones detrás de la caída del Imperio Romano.

Invasiones bárbaras

Fue la causa final de la caída de Roma. Varios pueblos germanos ejercieron presión militar, a estos se les unieron los hunos, los partos y los bereberes, agravando la decadencia romana. Sin embargo, los ejércitos que cruzaron el Rhin a partir del siglo III eran inferiores en número a los que Roma ya había destruido. ¿Por qué Roma perdió su capacidad de defenderse? Según historiadores, esto se debe a diferentes causas:

Enfermedades

Entre el 251 y el 266 se produce la primera gran epidemia conocida con la capacidad de afectar todo el mediterráneo. Se le conoció como la peste de Cipriano. Luego, diferentes brotes de diversas enfermedades seguían reproduciéndose hasta el siglo VIII.

Se desconoce cuál fue la enfermedad provocó la peste de Cipriano, solo se sabe que no está relacionada con la peste negra de 1348. Según diversas teorías, se trató de una enfermedad de origen asiático de fatalidad desconocida.

La extensión de esta epidemia nos habla de hambre y desnutrición. Generalmente, las enfermedades se extienden entre poblaciones desnutridas, para el año 252, el Imperio llevaba más de cincuenta años sumido en guerras y los historiadores hablan de hambre y desesperación.

Degeneración de la moralidad

La obra más importante en la que está basada esta teoría es la Historia de los Doce Césares de Suetonio. En este libro se nos describe un ambiente imperial corrupto y degenerado, rebosante de violencia y lascivia. Sin embargo, Suetonio pertenecía a una familia senatorial, perjudicada por el Imperio, por lo cual su versión de la historia puede no ser objetiva.

Además, los emperadores podían ser unos pervertidos y unos inmorales, pero llevaron a Roma a la gloria. Por ejemplo, Livia organizó un sistema fiscal increíblemente sofisticado, Tiberio dejó las arcas del tesoro repletas, Calígula reactivó la economía del Imperio fomentando el comercio a pesar de estar chiflado.

Sin embargo, se sospecha que la inmoralidad del ejército y su falta de disciplina sí pudieron llevar el Imperio a su caída.

Inestabilidad política

En cinco siglos, las guerras civiles y los intentos secesionistas fueron incontables. Tantos conflictos debilitaron la economía y agravaron la crisis.

Desinterés

Es una de las razones de mayor peso. Los ciudadanos ya no estaban orgullosos de serlo. Los poderosos abandonaban las ciudades para no pagar impuestos, los jóvenes ya no se ofrecían voluntarios del ejército y los filósofos ya no se dedicaban a la política sino a la metafísica.

Esto redujo las finanzas imperiales y destruyó la base del ejército, el cual dependía de mercenarios barbaros, pues los romanos eran tan débiles que no podían ni siquiera cargar sus propias armaduras.

Cristianismo

En ocasiones se asume que el cristianismo fue responsable de la decadencia del imperio, sin embargo, solo fue un salvavidas del cual el Imperio se hizo dependiente. En un ambiente tan convulso, las personas se evadían en la religión, siendo esta tan importante que los mismos bárbaros que los dominaron, tuvieron que convertirse.

Un aspecto en el cual el cristianismo es responsable, es la absorción de las mejores mentes del Imperio. Estos dedicaban sus vidas a luchar por los intereses de la Iglesia, los cuales no eran los mismos de Roma. Los pensadores se dedicaban a reflexionar sobre la religión porque era mucho más grata que la política.