Los fariseos eran un grupo religioso judío que existió durante la época del Segundo Templo en la antigua Judea (aproximadamente entre 515 a.C. y 70 d.C.).
Eran conocidos por su rigor en la observancia de la ley judía y por su dedicación a la interpretación y enseñanza de la Torah.
Los fariseos creían en la resurrección de los muertos y en la existencia de un alma inmortal, y se esforzaban por cumplir con todos los mandamientos de la ley de Dios con rigor y precisión.
En términos políticos, los fariseos tenían una relación tensa con el gobierno romano que gobernaba Judea en ese momento, y muchos de ellos se oponían a la colaboración con las autoridades romanas. En su lugar, buscaban establecer un estado judío autónomo basado en la ley judía.
En la religión, los fariseos se distingue de otros grupos judíos como los saduceos y los esenios. A pesar de sus diferencias, todos estos grupos contribuyeron al desarrollo y la continuidad de la fe judía.
En el Nuevo Testamento de la Biblia, los fariseos son a menudo presentados como oponentes de Jesús y de sus enseñanzas. Sin embargo, también había fariseos que creían en él y se convirtieron en seguidores de Jesús.
Características
Los fariseos eran conocidos por su rigor y dedicación en la práctica y la enseñanza de la ley judía. Algunas de sus características incluyen:
- Observancia rigurosa de la ley: Los fariseos creían en la importancia de cumplir con todos los mandamientos de la ley de Dios de manera precisa y rigurosa. Esto incluía la práctica de ritos y costumbres como las purificaciones rituales, la circuncisión y el cumplimiento de las leyes alimentarias.
- Interpretación escéptica de la ley: Los fariseos también se esforzaron por interpretar la ley de Dios de manera cuidadosa y escéptica. Creían en la importancia de la tradición oral y de las interpretaciones de los sabios y los maestros religiosos.
- Creencia en la resurrección de los muertos y en un alma inmortal: Los fariseos creían en la resurrección de los muertos y en la existencia de un alma inmortal, lo que les daba una perspectiva positiva sobre la vida después de la muerte.
- Relación tensa con el gobierno romano: A pesar de su deseo de establecer un estado judío autónomo basado en la ley judía, los fariseos tenían una relación tensa con el gobierno romano que gobernaba Judea en ese momento. Muchos de ellos se oponían a la colaboración con las autoridades romanas.
- Enseñanza y prédica pública: Los fariseos eran conocidos por su habilidad para enseñar y predicar públicamente. A menudo se reunían en sinagogas y en otras ocasiones públicas para discutir y enseñar sobre la ley y la fe judía.
- Distinción de otros grupos judíos: Los fariseos se distingue de otros grupos judíos como los saduceos y los esenios, aunque todos estos grupos contribuyeron al desarrollo y la continuidad de la fe judía.
En resumen, los fariseos eran un grupo religioso judío dedicado a la interpretación y la práctica rigurosa de la ley judía, y se esforzaban por establecer un estado judío autónomo basado en la ley.