Saltar al contenido
E

Características de la escultura romana

En la época del imperio romano esta zona europea surgió de manera contundente por medio de la ostentosa vida que se llevaban los emperadores. Esto dio paso a la construcción de muchos lugares en los que se realizaban banquetes en honor a los dioses como a los gobernantes.

El arte romano causo furor en todo el mundo ya que se originaba de la demostración de perfección de los emperadores, de la creación de esculturas prominentes que caracterizaban a los dioses, a la naturaleza como también al modelo de vida que se desarrollaba de lujo a la vez de existir una realidad en torno a la esclavitud de la clase baja.

Características de la escultura romana

Eran de piedra

Las esculturas romanas eran de piedra, así como de cerámica, de oro, de plata, algunas pulidas como otras no. Sus elevaciones eran predominantes, optando por varios niveles hacia arriba donde se posicionaba la figura artística.

Se albergaban en el teatro

Al ser piezas de gran valor tanto monetario como significativo para los emperadores y su familia, las esculturas eran resguardadas en el teatro romano que era el lugar donde se realizaban los mejores banquetes, las ferias o proclamaciones.

Lápidas funerarias

No solo las esculturas eran construidas para enaltecer la gestión del emperador, sino que a los personajes relevantes de la sociedad romana se les atribuían esculturas de mediano o gran tamaño para acompañar sus lápidas al momento de fallecer.

Tenían influencias griegas

La escultura como la mayoría de las expresiones artísticas del período romano tuvieron mucha influencia de la sociedad griega la cual exaltaba a los dioses como a la naturaleza, por lo que, existió una combinación entre esculturas destinada a la personificación del hombre como centro del mundo, y la intervención de piezas o detalles mitológicos.

Retratos esculturales

No solo las esculturas romanas eran de prominencia por su tamaño, también resaltaban entre las demás expresiones artísticas europeas por sus retratos que eran de alto nivel en detalle que se les consideraban realistas con algunos toques idealistas ya que personificaban en las miradas o gestos las actitudes poderosas y autoritarias de sus gobernantes.